The Wytches - All Your Happy Life

El trío la la la ahora sí que viene cargado de su supremacía musical en formato largo, tras presentar esta misma semana el 7" que contiene 'C-Side' y 'Hannover Square', todo ello secuela de su LP debut "Annabel Dream Reader", publicado todo ello por Heavenly Recordings.

Una 'Intro', degradada por el sonido de un tocadiscos a punto de desfallecer, nos da la bienvenida antes de precipitarse por la conductividad eléctrica de 'C-Side', amparada esta por un rock garagero fuzzeado que va haciendo recuperar la sonrisa con el recuerdo inmaculado de su estreno en el 2014, al cual 'Can't Face It' se le va pareciendo, deshojando el torrente de ruido y desesperación con el que hacen honor a su nombre, en donde la instrumentación cabalga por la oscuridad fantasiosa de los cuentos en los que se inspira, con Kristian desgañitándose por infectar el ambiente, con las cuerdas afinadas a lo Jimi Hendrix entre una marabunda militar intentando tomar el control de la situación.

Lo debe haber logrado, ya que en 'A Feeling We Get' se quedan atónitos, poniéndose algo poppy antes de añadir poco a poco una carga emocional rota, que aún así instrumentalmente no traspasa apenas la barrera imaginaria que los haría estallar, quedando esa rabia guardada en el rincón de 'Throned', donde se mantienen entre la razón y la desazón, estallando y parando a partes iguales, sin nada que describa este comportamiento, con voces de terceros dictando el mismo, oscureciéndose y alucinándose la atmósfera jazzística por la que mueven al mismo tiempo, terreno perfectamente preparado para que Mark aporte su granito de arena en su afán de encasillarse en el mundo de las escobas volantes que es 'Ghost House'.

Aunque halloween todavía no ha llegado, la caza de brujas ya ha empezado, y 'Bone-Weary' estira aún más la cuerda, imprimiéndole un efecto mental de psiquiátrico que también saben manejar los ingleses, dejando que cualquiera se embriague con su dulce perfume, el cual esconde la sorpresa que es 'Crest Of Death', sacando su lado más terrorífico, el cual quieren rebajar con pretensiones líricas de pena, pero 'A Dead Night Again' sabe que no cuela, y más concretamente, Daniel, el cual se pone al frente para contar en primera persona su particular versión, la cual alcanza un tono perverso, forzando Kristian a que se llegue esta situación.

'Dumb Fill' echa la vista atrás, y se pregunta el como han acabado así, en qué momento han perdido la compostura y lo han convertido todo en una pesadilla de feria macabra, dándose la respuesta de mano de las cuerdas, las cuales parecen agotadas por el segundo plano que ocupan en 'Home', sólo saliendo a la luz para desapelmazar el pop en el que degeneran cuando es Daniel el que se pone al frente.

                                        
                                                         Foto por Steve Gulick