Lunar Quiet

Inglaterra es el foco de la música independiente, en donde el hazlo tú mismo es el pan de cada día de las miles de bandas que salen como setas por toda su geografía, centrándome hoy en Lunar Quiet, un cuarteto de Brighton que tiene un año de vida, aunque no ha sido hasta los seis meses cuando se han sacado de la manga dos singles que ponen tierra estilística de por medio entre sí.

La estética oscura de Lena Pilshofer (vocales y bajo), Ben Thompson (guitarra), Tom Knights (vocales y guitarra) y George Miles (batería) devora el shoegaze de los primeros compases de 'Endless Migraine', haciendo honor a su título si uno no está acostumbrado a estos lares, aunque el post-punk cercano a Eagulls de los vocales de Tom, quitan hierro al asunto, ya prácticamente indoloro cuando DIIV se cruza en su camino, y quizás sea esto lo que provoca la rabia microfonal que los lleva de nuevo a la distorsión reverberada y de ahí al muro de My Bloody Valentine.

'Ambien' va creando una atmósfera noventera ensoñadora, a la par que derrotera en términos de shoegaze, a medida que añade más y más instrumentos a la causa, lo que no repercute en lo que se refiere a levantar el vuelo al micrófono, ya que de aquí al final, todo lo que sale por los altavoces tiene un tono tan sombrío que ni siquiera la luz de sus primeras fantasías tiene ya cabida, dejando que las cuerdas vayan destrozando el subconsciente a su paso.