Hoops - Routines

Después de presentar su EP debut  homónimo el año pasado, lo que el cuerpo le pedía a HOOPS era un álbum largo en el que se pudieran explayar todo lo que quisieran, sobre todo ahora que se han quedado en un trío compuesto por Drew, Keagan y Kevin, en donde, con el consentimiento nuevamente de Fat Possum, "Routines" cumple con las expectativas de todos, ya que aparte de seguir una línea continuista, rompen con ella de diversas formas cuando les viene en gana, ejemplificando lo dicho 'Sun's Out', llamada a los 80's instrumentalmente, para quedarse atrapados en los 60's vocalmente, de lo que parecen arrepentirse rápidamente, ya que a partir de ahí, nanai de la china al micrófono, solo dream-pop atesorado por dos únicas notas cordales que dan el relevo a esa pandereta llena de verbena dominical, que no deja de cesar en su empeño ni siquiera cuando 'Rules' aparece recorriendo California de norte a sur en busca del sol, playas y unas buenas olas, sobre las que es fácil imaginarse a Toro Y Moi.

'On Top' baja la alegría en el tono de su discurso algún que otro punto, pero las melodías tan catchy siguen ahí, caldeando el ambiente con sus rayos de sol, contando con lecciones de Mac DeMarco en lo que a riffs se refiere, y de Tame Impala en la parte mini psicodélica, acrecentando los ánimos de 'Benjals', hasta el punto de poner la maquinaria vintage de la experimentación de nuevo en funcionamiento, volviendo el de Carolina del Sur a nuestra mente de forma ipso facta, al igual que en 'On Letting Go', aquí impregado en LSD, alucinaciones y ritmos que por todo ello, se van ralentizando, con lírica llena de na na na nas para pasar de todo e irnos de vuelta junto al canadiense, prodigándose en modo flower power en 'Burden', volviendo a sus raíces sin perder la homogeneidad anterior, mostrando el tipo su acidez alias disconformidad por el amor, ("no queriendo volver a verte otra vez"), rebajada por su estilo de música característico, recuperando el equilibrio y la felicidad en 'The Way Luv Is'.

'Management' se tira descaradamente al pozo de los automatismos vocales bañados en ese bálsamo enriquecido que es el dream-pop, creando una capa de superhéroe que infunda respeto, trayendo 'All My Life' la esperanza bajo los dedos, fantaseando con el amor que puede ser y no llega, ya que se ve hackeada por un hilo musical de fondo que abandona el traqueteo para encerrarse consigo mismos en una burbuja llamada 'Underwater Theme', no permitiendo que nadie influya en sus pensamientos, golpeando 'Worry' a su puerta, intentando a base de talonario de monopoly que vuelvan por sus fueros, añadiendo a su oferta el saxofón de Murphy encías sangrantes, ante lo que acceden con las guitarras por delante, dejando que el resto vuelva a dar una vuelta de tuerca a su sonido.


Foto de Daniel Topete