HONEY - New Moody Judy

Cory Feierman (bajo), Dan Wise (guitarra) y William Schmiechen (batería), vuelven un año después de "Love Is Hard", provocando que la gente pare a los HONEY por la calle al tiempo que le agradecen el favor a Wharf Cat Records, los cuales han ayudado a que el trío de Brooklyn siga sumando adeptos a esa causa suya que es el rock basado en las pinceladas añejas de los 70's, con 'Wage Agreement' como primer reclamo publicitario, mostrando a su vez un garage que no se alarma ni siquiera cuando ve los desperfectos que ya solo el primero se encarga de ocasionar, incluyendo el aderezo del fuzz psicodéico y el punk, perfecta bienvenida para 'Dream Come Now', trayendo consigo la singularidad de la década y de lo que fue su primer álbum, soterrando los bajos fondos mientras las guitarras rematan la jugada de forma peleona e inconformista con una electricidad que permanece en constante carga, soltando unos cuantos riffs que 'New Moody Jundy' se encarga de oscurecer fuzz mediante, los cuales combinados o desfasando en solitario, mantienen el calor del estudio en su sano al tiempo que Dan va peinando la zona con sus vocales.

Desde el principio, el polvo que levanta la lluvia ambiental de 'Speed, Glue,' hace presagiar que la cosa se va a liar instrumentalmente, fluyendo la libertad de expresión por cada cuerda, adoptando el apellido épico a medida que cada gota de sudor va cayendo, tiñéndose la suavidad nada tenue de sus inicios en un cataclismo que penetra poco a poco, como alma que lleva al diablo, por los poros de una 'Hungry' totalmente encandilada cuanto más parcos en palabras andan, aunque si la degradación al micrófono es para reforzar la locura alucinógena mental con la que se explayan en la instrumentación, bienvenida sea, ya que significa que vuelvan por sus fueros de gamberrismo callejero, los mismos que asaltan los graffitis de Banksy a punta de spray para 'Bagman', con una fuerza tal, que el escenario de 'Power' se ve envuelto en sus propias llamas por la combustión nada angelical generada desde los bajos de su antecesora, hasta las altas esferas en las que se creen que se hallan las guitarras, basando el tema en una agitación de cuerdas que no se acomodan ni para la miscelánea de solos con las que se la van comparando.

Si ya tenían la bendición del vaticano, 'Wage Too' añade a su roster la agonía vocal fantasmal de Marilyn Manson psicodelizado por un pedal que bebe del delay para tal propósito, pegándose el viaje fantasmal de su vida, mientras dejan que su espíritu bacanal vuelva a salir, a sabiendas de que va a pedirles más de lo mismo 'Peggy Ray', acrecentando lo vivido con una saturación eléctrica en el panel instrumental que va quebrantando cualquier insensibilidad mostrada anteriormente, bailando los vocales sobre un swing que asegura la batería a baquetazos y a platillazos, con las cuerdas en la república independiente de su estudio, maniobrando su descaro a cada intentona loopística en la que se meten, brindando con cerveza al tiempo que muestran  el último teaser de la película SAW.